¿Cómo se usa la Lavanda en la Cocina?; Aunque la lavanda es más conocida como una intensa fragancia floral o como complemento del pot pourri, esta versátil planta tiene una serie de sorprendentes usos culinarios que pueden aplicarse tanto en platos dulces como salados.
¿Cómo se usa la Lavanda en la Cocina?

¿Qué es la lavanda?
La lavanda es una hierba de la familia de la menta, a la que pertenecen también el romero, la salvia y el tomillo. Esta planta púrpura en flor aporta un sabor floral herbáceo a una serie de platos, así como un toque de color que viste cualquier plato.
Breve historia de la lavanda en la cocina
La historia de la lavanda en la cocina se remonta a más de 2.500 años en el antiguo Egipto, cuando el aceite de lavanda se utilizaba como perfume, especialmente durante la momificación. Los antiguos griegos y romanos se bañaban en agua infundida con los fragantes brotes de lavanda, pero más tarde, en la Edad Media, la lavanda empezó a utilizarse tanto en preparaciones culinarias como en medicina.
Con el tiempo, la hierba fue ganando popularidad en todo el Mediterráneo, integrándose en la cocina de España, Francia, Italia e Inglaterra en el siglo XVII. Desde entonces, la lavanda inglesa (Lavandula angustifolia) se ha convertido en la opción más popular para fines culinarios, dado su sabor floral suave y picante. Los capullos, las hojas y los tallos de la lavanda pueden utilizarse frescos o secos en platos que van desde postres florales dulces hasta platos de carne más contundentes.

¿A qué sabe la lavanda?
El impacto sensorial inicial de la lavanda es un sabor y un aroma floral penetrante, con sutiles notas herbáceas, terrosas y de menta. Las distintas variedades de lavanda pueden adquirir matices adicionales de fruta, humo y madera, lo que la convierte en una hierba culinaria compleja.
¿Cómo se puede utilizar la lavanda en la cocina?
La lavanda es una hierba única en el sentido de que todas las partes de la planta (capullo, tallo y hoja) pueden utilizarse en la cocina. Mientras que las flores y las hojas de lavanda pueden utilizarse frescas, los brotes y los tallos pueden utilizarse secos. Dado que el sabor de la lavanda se intensifica cuando la hierba se seca, los brotes secos deben utilizarse con moderación. Dado el sabor fuerte y potencialmente polarizante de esta hierba, es mejor añadir pequeñas cantidades cada vez hasta que el equilibrio sea el adecuado; el uso excesivo de la lavanda podría dar lugar a un sabor amargo que podría hacerle pensar que está comiendo perfume.
Los sabores de la lavanda combinan bien con hierbas como el orégano, el romero, el tomillo, la salvia y la ajedrea. La lavanda francesa se incluye con frecuencia en la mezcla de hierbas de Provenza, que se beneficia de su sutil sabor floral. Por lo general, la lavanda se puede utilizar de forma similar al romero fresco, en recetas como adobos de carne y panes horneados.
Las flores de lavanda también son una hermosa guarnición para ensaladas, postres y otros. Añada hojas frescas de lavanda a una ensalada para darle un toque de color, o espolvoree los brotes sobre el helado, en una copa de vino espumoso o sobre un pastel digno de una fiesta.
4 maneras de secar la lavanda
- Secado en plano: Coloque los tallos de lavanda en una sola capa sobre una rejilla de secado o un periódico en la encimera. Deje que la hierba de secado rápido se seque al aire hasta que esté quebradiza.
- Secado en suspensión: Reúne los tallos en un manojo y ata el extremo con una goma o un cordel. Cuelgue los manojos boca abajo de un clavo o gancho en un lugar seco y cálido hasta que estén completamente secos. Los manojos secos pueden permanecer colgados hasta su uso, o guardados en un recipiente hermético.
- Secado al horno: Coloque la lavanda en una sola capa en una bandeja para hornear y caliente las hierbas durante 10 a 15 minutos en un horno de 100 grados con la puerta ligeramente abierta. Retíralas cuando las flores se hayan vuelto completamente quebradizas y enfríalas por completo antes de guardarlas.
- Deshidratación: Utilizando un deshidratador de alimentos, secar la lavanda en el ajuste de hierbas de la máquina durante 2 horas hasta que esté quebradiza.
Una vez que la lavanda esté quebradiza, retire las hojas pasando los dedos por el tallo para desprender las flores secas. Guarde los capullos de lavanda secos en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz y la humedad.
Cómo hacer azúcar con lavanda
Las flores secas o frescas también pueden picarse y mezclarse con azúcar para añadirlas a diversos productos de pastelería. Para infusionar el azúcar con el sabor floral, selle seis tallos de lavanda en un recipiente hermético con azúcar granulado durante una semana. Utilice este azúcar de lavanda naturalmente sin gluten para bebidas, postres y productos horneados.
Dónde comprar lavanda culinaria
Esta hierba floral se puede encontrar fácilmente en los mercados de especias y hierbas y en las boticas, así como en algunas tiendas de comestibles y mercados agrícolas bien surtidos. La lavanda seca comestible también puede comprarse por Internet. Las plantas de lavanda se pueden cultivar fácilmente en casa como una adición colorida y práctica a su jardín.
Al seleccionar la lavanda para su uso culinario, es importante utilizar flores de lavanda orgánica comestible en lugar de popurrí o lavanda de grado de fragancia potencialmente tratada químicamente. Nunca utilice lavanda de origen desconocido para cocinar, ya que puede contener sustancias químicas nocivas.
10 recetas con lavanda
Una vez visto cómo se usa la lavanda en la cocina, veamos unas recetas sencillas y muy ricas al paladar de lavanda:
- Chuletas de cerdo a la parrilla con lavanda y romero: Chuletas de cerdo frotadas con una mezcla de aceite de oliva extra virgen, ajo picado, lavanda seca, romero, zumo de limón, sal kosher y pimienta negra. Asadas a la parrilla.
- Mermelada de melocotón y lavanda: Una confitura afrutada elaborada con melocotones, agua infusionada con lavanda, zumo de limón, azúcar granulado y pectina de frutas.
- Limonada de lavanda: Una refrescante bebida veraniega elaborada con jarabe simple infusionado con lavanda, zumo de limón fresco y agua fría.
Galletas de té de limón y lavanda: Las clásicas galletas de mantequilla hechas con flores secas de lavanda y ralladura de limón. - Patatas asadas a la lavanda: Patatas cortadas por la mitad con aceite de oliva, lavanda seca, sal kosher y pimienta negra. Asadas al horno hasta que estén doradas y tiernas.
- Ensalada de col rizada con aderezo de lavanda y semillas de amapola: Una ensalada veraniega hecha con col rizada picada, fresas y almendras tostadas aderezada con una combinación de aceite de oliva, zumo de limón, semillas de amapola, azúcar de lavanda y sal.
- Focaccia de lavanda: Pan de focaccia casero hecho con flores secas de lavanda.
- Pierna de cordero a la lavanda: Pierna de cordero asada y marinada con aceite de oliva, lavanda seca y ajo picado.
- Miel de lavanda: Miel infusionada con flores de lavanda picadas, calentada, remojada y colada para eliminar las flores.
- Crème Brûlée con lavanda: Un clásico de las natillas francesas de crème brûlée con infusión de lavanda.
Vídeo: ¿Cómo se usa la Lavanda en la Cocina?
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