Evolución de la Cocina Americana

Evolución de la Cocina Americana; La cocina es quizás el lugar más importante en los hogares americanos, y lo ha sido por lo menos durante los últimos 100 años. No sólo sirve como un lugar para cocinar, sino también como un lugar de reunión para la conversación y la unión familiar.

Las cocinas son también grandes marcadores de cómo la cultura americana y el desarrollo tecnológico han cambiado, y pueden servir como una especie de cápsula del tiempo en nuestros mayores logros. La evolución de la Cocina Americana se verá potenciada cada vez más rápidamente debido a los nuevos y tremendos avances tecnológicos. Echemos un vistazo a algunos de los cambios más dramáticos que las cocinas han experimentado en el último siglo.

Antes de los años 20, las cocinas americanas servían no sólo como lugares para preparar comidas sino también como espacios de trabajo para otras tareas como la costura. Pero con la industrialización llegaron espacios vitales más grandes, y espacio para más habitaciones, dejando la cocina para su propósito. También se hizo más hincapié en la limpieza, lo que dio a muchas cocinas de clase media un aspecto estéril.

El aumento de la eficiencia y la tecnología ayudó a los hogares estadounidenses a preparar comidas (y a limpiarlas) con mayor facilidad, aunque las cocinas seguían siendo relativamente compactas. En la mayoría de las cocinas se podían encontrar pequeñas estufas de gas, hieleras y un mínimo de almacenamiento.

La evolución de las cocinas americanas empezaron a adoptar más colorido, siendo los más populares los azules, verdes, amarillos y rojos. La ampliación del almacenamiento con armarios empotrados permitió más espacio en los mostradores para preparar comidas, y muchos americanos ahora podían permitirse servicios como lavadoras y refrigeradores.

Si los años 40 trajeron más color a las cocinas americanas, los años 50 tomaron esta idea y la llevaron a cabo. Cuando pensamos en este período de tiempo, muchos de nosotros pensamos en suelos y armarios brillantes, electrodomésticos de color verde azulado y herramientas de cocina de aspecto «futurista». Todo esto era común en los años 50, pero también fue una época en la que la cocina se convirtió en el centro de atención del hogar.

A medida que más mujeres comenzaron a salir de casa para trabajar, las cocinas adaptaron la tecnología para hacer la vida de la familia más fácil. Mientras que los refrigeradores y los lavavajillas ya estaban creciendo en popularidad, la década de 1960 hizo que estos electrodomésticos fueran aún más comunes en los hogares.

Los años 70 han dado un gran salto en la Evolución de la Cocina Americana, fue la década del microondas, hasta un millón de americanos reportaron tener un microondas en 1975.

Las cocinas se ampliaron para incluir asientos y bancos en la segunda mitad del siglo para acomodar a los anfitriones y a las grandes fiestas que se reunían en este espacio. La combinación de acentos antiguos y modernos, como los gabinetes laminados con adornos de madera, se hizo cada vez más popular a medida que los estadounidenses se encontraban atrapados entre los estilos del pasado y la era digital que se avecinaba.

Los años 90 trajeron un retorno a la simplicidad con abundancia de electrodomésticos blancos, o a veces negros. La cocina se convirtió en el centro de acogida, en lugar de las zonas de estar.

Los electrodomésticos están empotrados en las paredes para ocupar el menor espacio posible. En esta evolución de la cocina americana, también hay miles de utensilios de cocina disponibles, desde procesadores de alimentos hasta freidoras, causando un aumento en el tamaño de la cocina para acomodar más espacio de almacenamiento.

La cocina ha sido una piedra angular en los hogares americanos durante décadas, y una mirada más cercana puede decirnos mucho sobre cuánto han cambiado nuestras vidas en poco tiempo.

La cocina estadounidense tiene sus raíces en varias culturas, incluyendo la cocina nativa americana, la cocina europea (especialmente la cocina británica y española) y la cocina africana. Con la llegada de inmigrantes de todo el mundo, la cocina estadounidense ha evolucionado y se ha vuelto cada vez más diversa. A medida que los inmigrantes introducían sus propias comidas y costumbres culinarias, se fusionaron con los ingredientes y técnicas disponibles en los Estados Unidos para crear nuevas formas de cocinar. Algunos platos típicos de la cocina estadounidense incluyen hamburguesas, hot dogs, pizza, pollo frito, macarrones con queso y puré de papas.