Los espárragos a la parrilla son una delicia simple y saludable que se puede preparar en cuestión de minutos. Esta receta resalta el sabor natural de los espárragos y los realza con un toque de aceite de oliva y limón. La popularidad de los espárragos a la parrilla ha crecido considerablemente, especialmente durante la temporada de verano, cuando las parrillas se convierten en el centro de las reuniones al aire libre.

Para preparar espárragos a la parrilla, se recomienda utilizar espárragos frescos y gruesos, ya que son más fáciles de manejar en la parrilla y mantienen mejor su textura. Según expertos culinarios, la clave para unos espárragos a la parrilla perfectos es no sobrecocinarlos para preservar su frescura y sabor.

En términos de beneficios nutricionales, los espárragos son una excelente fuente de fibra, vitaminas A, C y K, así como de ácido fólico. La combinación de su perfil nutricional y su sabor único hace que los espárragos sean una opción popular para acompañar una variedad de platos principales, desde carnes a la parrilla hasta platos vegetarianos.

Aquí tienes una receta básica para espárragos a la parrilla:

1. Preparación de los espárragos: Lava los espárragos y corta aproximadamente 1 pulgada de los extremos duros. Sécalos bien.
2. Aderezo: Mezcla los espárragos con aceite de oliva, sal y pimienta. Asegúrate de que estén bien cubiertos para evitar que se sequen en la parrilla.
3. Cocción: Precalienta la parrilla a fuego medio-alto. Coloca los espárragos directamente sobre la parrilla y cocina durante unos 5-7 minutos, girándolos ocasionalmente hasta que estén tiernos y ligeramente carbonizados.
4. Toques finales: Una vez listos, retíralos de la parrilla y exprime medio limón sobre ellos para darles un toque de frescura. Puedes también añadir queso parmesano rallado para un extra de sabor.

Los espárragos a la parrilla son increíblemente versátiles y se pueden adaptar con diferentes aderezos y salsas, como un alioli de limón y ajo o una salsa de tahini para un giro más exótico. Esta receta no solo es fácil de preparar, sino que también aporta un plato saludable y lleno de sabor a cualquier comida.

¿Qué Son los Espárragos? El espárrago que utilizarás en esta receta es una hortaliza que procede de un género de plantas con unas 300 especies, incluidas algunas que se cultivan como plantas ornamentales y otras que utilizan los floristas en arreglos y ramilletes. La mayoría de la gente conoce la variedad comestible conocida como espárrago de jardín o asparagus officinalis.

Los espárragos de jardín se cultivaron por primera vez en Grecia hace más de 2.500 años, y los expertos dicen que los antiguos romanos también los disfrutaban.

A diferencia de la mayoría de las verduras, que son anuales y deben plantarse por temporadas, el espárrago es una planta perenne que vuelve a crecer año tras año. Por eso algunas personas buscan y encuentran regularmente espárragos en estado silvestre.

La receta de espárragos a la parrilla que vamos a preparar, suelen crecer en climas templados, en suelos algo básicos. En la actualidad, China, Tailandia, México, Perú y Alemania lideran el cultivo comercial de la mayor parte de los espárragos del mundo.

Aunque el espárrago verde es con mucho el más común, también existen variedades rosas, moradas y blancas. Proceden de la misma planta, pero en el caso del espárrago blanco, la planta carece de pigmento porque se cultiva totalmente bajo tierra, por lo que nunca se desarrolla la clorofila productora de color. Cuando la planta sale a la superficie, la exposición a la luz solar la vuelve verde, y algunas variedades contienen antocianina, un compuesto pigmentado que crea un tono púrpura.

El espárrago blanco tiene un sabor más suave y delicado, y se cultiva en grandes cantidades en Francia, por lo que es habitual encontrarlo en Europa.

Hay muchas formas de condimentar tu receta de espárragos a la parrilla. Elige la que más te guste de las opciones que te proponemos a continuación:

• Espárragos a la parrilla con ajo. Mezcla los espárragos con 3 dientes de ajo picado antes de asarlos, o espolvoréalos con ajo en polvo cuando añadas la sal y la pimienta.
• Espárragos a la parrilla con parmesano o queso feta. Espolvorea 2 o 3 cucharadas de queso parmesano recién rallado o queso feta desmenuzado por encima de los espárragos a la plancha.
• Espárragos a la parrilla con limón. Exprime medio limón sobre los espárragos a la plancha.
• Espárragos a la parrilla con balsámico. Rocía 2 cucharadas de vinagre balsámico sobre los espárragos a la plancha.
• Espárragos a la parrilla con beicon. Espolvorea trocitos de beicon por encima (el beicon para freír en el aire y el beicon al horno son dos de mis métodos de cocción favoritos). No dejes de ver también estos Espárragos envueltos en beicon.
• Espárragos asados a la parrilla con hierbas. Termina tus espárragos a la parrilla con un puñado de perejil, albahaca o eneldo picados.
• Espárragos a la parrilla picantes. Espolvorea los espárragos a la plancha con una pizca de copos de pimiento rojo.
• Espárragos a la parrilla aliñados. Mezcla chalota picada, un chorrito de zumo de limón y aceite. Vierte sobre los espárragos asados.
• Espárragos a la parrilla con nueces. Espolvorea los espárragos con almendras tostadas o piñones.
• Elige el tuyo. Prueba a combinar varios de estos ingredientes. Limón, parmesano, albahaca y piñones es una de nuestras favoritas.

Tener una receta de espárragos a la parrilla entre tus favoritas, no sólo te proporcionará un plato delicioso, sino que te beneficiará en tu salud. Te contamos algunas de las ventajas de los espárragos:

1. Favorece la salud intestinal

Los espárragos forman parte de una serie de verduras que actúan como prebióticos, alimentando a las bacterias beneficiosas que viven en nuestro aparato digestivo, ayudando a que prosperen y aumenten en número.

Resulta alentador que las investigaciones hayan demostrado que los espárragos cocidos pueden ser útiles en afecciones gastrointestinales, ya que ayudan a regular el aparato digestivo, reduciendo así la inflamación y favoreciendo la reparación.

2. Puede aliviar la resaca

Existen pruebas de que los espárragos pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas de la resaca, debido a su contenido en fibra y flavonoides (compuestos vegetales protectores). La investigación sugiere incluso que los espárragos pueden ayudar a reducir el daño hepático causado por el alcohol, aunque es necesario seguir investigando.

3. Una rica fuente de folato

Los espárragos son una rica fuente de folato, una vitamina importante para fabricar glóbulos rojos y para la división celular; la versión sintética de esta vitamina es el ácido fólico.

El folato es un nutriente esencial durante el embarazo porque es necesario para el desarrollo fetal y protege contra los defectos del tubo neural, incluida la espina bífida. Sólo 120 g de espárragos hervidos te proporcionarán tu ingesta dietética diaria (200 mcg). Sin embargo, se recomienda que las mujeres que planean un embarazo o están en el primer trimestre de gestación obtengan 400 mcg de ácido fólico al día.

4. Puede ayudar a aliviar afecciones inflamatorias

Los espárragos no sólo son ricos en vitaminas como la C y la E, sino que también contienen compuestos vegetales llamados polifenoles, todos los cuales tienen efectos antiinflamatorios, y por eso comer espárragos a la parrilla puede aliviar las afecciones inflamatorias.

5. Puede reducir la tensión arterial

Se sabe que aumentar la ingesta de potasio y reducir la de sal tiene un efecto positivo sobre la hipertensión arterial. Los espárragos son una buena fuente de potasio, ya que una ración aporta aproximadamente el 5% de tu ingesta dietética diaria.

Además, estudios en animales sugieren que un compuesto natural de los espárragos actúa como inhibidor de la ECA, ayudando a dilatar los vasos sanguíneos y a reducir la tensión arterial. Lo hace impidiendo que una enzima de tu organismo produzca angiotensina II, una sustancia que estrecha los vasos sanguíneos haciendo que aumente tu tensión arterial. Aunque se trata de un hallazgo prometedor, hasta la fecha no se han reproducido los mismos efectos en humanos.

Para hacer espárragos a la parrilla, seguro que quieres tener una materia prima de calidad. Los mejores y más frescos espárragos son los que puedes comprar estacionalmente a un agricultor local (o cultivar en tu propio huerto). Para asegurarte de que compras espárragos frescos (en temporada o fuera de ella), sigue estos consejos:

• Comprueba las puntas. Deben ser firmes y elásticas. Si están blandas, pasa a otro manojo.
• Comprueba los tallos. Deben estar firmes. Si están blandos y gomosos, no son frescos.
• Comprueba los extremos. Si son leñosos, no es lo mejor, pero no pasa nada. Vas a quitar los extremos. Las puntas arrugadas o partidas indican que los espárragos ya han pasado su mejor momento.

Para guardar los espárragos, retira primero la goma elástica, si hay alguna alrededor de los tallos. Retira cualquier envoltorio. Después, trata los espárragos como si fueran flores. Recorta aproximadamente medio centímetro de la parte inferior de cada tallo y refrigéralos en un recipiente con agua. Esto mantendrá los tallos frescos durante 2 o 3 días y podrás usarlos después en tu receta de espárragos a la parrilla.

Para un método más sencillo, retira la goma elástica o cualquier envoltorio, y envuelve los tallos de los espárragos con una servilleta de papel húmeda. Mételos en una bolsa de plástico y guárdalos en el cajón de las verduras del frigorífico.