Diferencia entre Mermelada y Jalea; Mermelada, jalea, confitura, mermelada… tenemos muchos términos para referirnos a la fruta para untar, pero ¿sabe en qué se diferencian?.
Tanto si las untas en las tostadas del desayuno como en los sándwiches de mantequilla de cacahuete y mermelada del almuerzo, «mermelada» y «jalea» pueden parecer palabras intercambiables para la misma deliciosa fruta para untar.

Si se pusieran ambas en una cuchara y fueran probadas por 100 personas diferentes, los resultados de la identificación probablemente resultarían ser un revoltijo coagulado. Entonces, si no es la consistencia, el color o el sabor dulce lo que diferencia a una mermelada de una jalea, ¿qué es? ¿Y qué lugar ocupan las conservas y mermeladas en el gran debate entre mermelada y jalea?

La diferencia entre la mermelada y la jalea (y todas las demás frutas para untar) radica por completo en el proceso de fabricación. Aunque todas tienen similitudes en cuanto a los ingredientes y el resultado, las proporciones y los procesos de cocción son diferentes.

Siga leyendo para descubrir cuáles de estas frutas para untar son ideales para hornear y cuáles son regalos perfectos para que los amantes del té las disfruten con sus bollos. Por supuesto, al fin y al cabo, ¡todos son deliciosos!

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La jalea se hace machacando la fruta, colando los trozos más grandes, hirviendo el líquido y añadiendo a la mezcla azúcar y pectina, un agente espesante natural. El líquido viscoso resultante es la jalea.

Es la única pasta de fruta cocida a la que se le añade pectina, por lo que es la más firme de todas y definitivamente más sólida que las otras opciones. Y debido a su suave consistencia, es más fácil de extender uniformemente sobre el pan.

Lo jalea es ideal para untar en tostadas y sándwiches. Combina con la mantequilla de cacahuete tanto como con la leche con las galletas.

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La palabra «jalea» tiene diferentes significados dependiendo del contexto, pero en términos culinarios, se refiere a una preparación hecha a partir de zumo de frutas, azúcar y gelificante. La jalea es una conserva que tiene una consistencia suave y gelatinosa, similar a la de la gelatina, pero generalmente más firme.

Aquí te doy una receta básica para elaborar jalea de frutas:

Ingredientes:

• 1 kg de frutas maduras (por ejemplo, fresas, moras, manzanas)
• 750 g de azúcar
• Jugo de 1 limón
• Agua

Instrucciones:

1. Lavar y cortar las frutas en trozos pequeños, eliminando las semillas y los tallos si es necesario.
2. Colocar las frutas en una olla grande y agregar suficiente agua para cubrirlas por completo. Llevar a ebullición y luego reducir el fuego a fuego lento y cocinar las frutas hasta que estén blandas y deshechas, aproximadamente de 20 a 30 minutos.
3. Una vez que las frutas estén cocidas, retirar la olla del fuego y dejar que se enfríe un poco. Luego, colar las frutas cocidas a través de un tamiz o una gasa, exprimiendo bien para extraer todo el jugo.
4. Medir la cantidad de jugo obtenida y verterla en una olla limpia. Por cada taza de jugo, agregar aproximadamente 3/4 de taza de azúcar y el jugo de limón.
5. Llevar el jugo de fruta y azúcar a ebullición a fuego medio-alto, revolviendo ocasionalmente para disolver el azúcar por completo.
6. Una vez que la mezcla hierva, reducir el fuego a medio-bajo y cocinar a fuego lento, removiendo ocasionalmente, hasta que la jalea adquiera la consistencia deseada. Esto puede tardar aproximadamente de 20 a 30 minutos. Para comprobar la consistencia, puedes colocar una pequeña cantidad de jalea en un plato frío y dejarla reposar unos minutos para ver si se gelifica.
7. Una vez que la jalea haya alcanzado la consistencia deseada, retirarla del fuego y verterla en frascos esterilizados. Tapar los frascos y dejar enfriar completamente antes de refrigerarlos.

La mermelada se elabora mediante un proceso casi idéntico al de la jalea. La gran diferencia entre la mermelada y la jalea es que los trozos de fruta más grandes no se cuelan al hacer la mermelada, lo que le da una textura más espesa.

Algunas recetas de mermelada utilizan puré de fruta para obtener el sabor y el espesor extra sin los grumos. Si no te importan los trozos o prefieres un poco más de textura en tu bocado, la mermelada es una gran opción.

Diferencia entre mermelada y jalea, basándonos en tema saludable. El hecho de que la mermelada contenga más fruta no significa que sea más saludable que la jalea. Ambas pueden tener un alto contenido de azúcar. Según máster en nutrición, una cucharada de mermelada tiene 10,8 gramos de azúcar, mientras que la misma cantidad de mermelada tiene 9,7 gramos. La calidad de los ingredientes difiere de una marca a otra, así que si quieres ser más consciente de tu salud, evita las que tienen jarabe de maíz de alta fructosa.

Mejor forma de tomar la mermelada: Ponerlo encima de galletas recién horneadas con un poco de mantequilla o margarina.

Productos Congelados Fundamentales

Tanto la mermelada como la jalea son productos versátiles en la cocina y se pueden utilizar de diversas formas para añadir sabor, dulzura y textura a una variedad de platos. Aquí hay algunos usos comunes de la mermelada y la jalea en la cocina:

1. Desayuno: Ambas se pueden untar sobre pan, tostadas, panecillos o croissants para añadir un toque dulce y frutal al desayuno.
2. Rellenos para pasteles y tartas: Tanto la mermelada como la jalea se pueden utilizar como relleno para pasteles, tartas, rollos de gelatina y otros postres. También se pueden utilizar como capa entre capas de bizcochos para dar sabor y humedad.
3. Glaseados y coberturas: Se pueden calentar ligeramente y usar como glaseados o coberturas para pasteles, muffins, cupcakes y otros dulces.
4. Salsas para carnes: La mermelada y la jalea se pueden mezclar con otros ingredientes como vinagre, mostaza, salsa de soja o especias para hacer salsas dulces para carnes como cerdo, pollo o pavo.
5. Marinados: Se pueden utilizar como base para marinados de carnes o pescados, especialmente cuando se combinan con ingredientes ácidos como el vinagre o el vino.
6. Aderezos para ensaladas: Mezcladas con aceite, vinagre u otros condimentos, la mermelada y la jalea pueden ser la base de aderezos dulces para ensaladas de hojas verdes o de frutas.
7. Acompañamiento de quesos: Se pueden servir con una tabla de quesos como acompañamiento, ya que su dulzura complementa bien la salinidad de los quesos.
8. Rellenos para bocadillos y empanadas: Se pueden utilizar como relleno para bocadillos, sándwiches o empanadas junto con queso, jamón u otros ingredientes.

Esta es otra opción para los entusiastas cocineros y aspirantes, sobre todo para aquellos a los que les gusta poder identificar la fruta en su comida. Las confituras contienen más fruta que la mermelada o la jalea y tienen la consistencia menos gelatinosa. Suelen utilizar trozos de fruta más grandes que la mermelada, y no se utiliza puré.

Las conservas se hacían originalmente añadiendo azúcar a la fruta y calentándola, una forma de conservar la fruta para su consumo en invierno antes de que la congelación fuera algo habitual. Hoy en día, suele haber menos aditivos en este tipo de fruta para untar. Si le gustan los alimentos más naturales, ésta puede ser la mejor opción para usted cuando se trata de mermelada frente a jalea frente a conservas.

Una vez visto las diferencias y aunque la mermelada y la jalea pueden ocupar un lugar especial en los corazones de la infancia, las confituras añaden una riqueza de sabor que ni siquiera nuestros alimentos más nostálgicos pueden superar. Así que si estás pensando en la mermelada de uva frente a la jalea para tu próximo sándwich o rebanada de pan tostado, prueba algo nuevo y elige las confituras de uva para obtener un sabor fresco de la viña. O pruebe las confituras de tomate (sí, el tomate es una fruta) en una galleta con queso o en un sándwich de jamón.

Lo mejor para tomar confituras: Hornear. Puede añadir las conservas como un atajo fácil para la fruta fresca a las barras de avena, magdalenas, tartas y pasteles.

La diferencia entre mermelada y confitura es sutil y a menudo depende de la región y las normativas locales, pero generalmente se refiere a la proporción de fruta y azúcar, así como al proceso de preparación. Aunque en algunos lugares ambos términos se utilizan indistintamente, hay ciertas distinciones:

1. Mermelada: La mermelada se elabora principalmente a partir de frutas cocidas con azúcar y, a menudo, se conservan trozos de fruta enteros o parcialmente deshechos. La textura de la mermelada es generalmente más densa y algo más espesa que la de la confitura. En muchos lugares, las regulaciones exigen que la mermelada contenga un cierto porcentaje de fruta.
2. Confitura: La confitura, por otro lado, a menudo se refiere a una preparación más suave y homogénea, donde la fruta está más deshecha o incluso puede estar completamente puré. La confitura suele tener una consistencia más ligera y gelatinosa que la mermelada, y a veces contiene menos fruta en proporción al azúcar.

La mermelada es simplemente una conserva elaborada con cítricos y sus cáscaras. Limones, naranjas, pomelos y mandarinas son los sabores más comunes de la mermelada.

La mermelada, muy apreciada por el personaje de la literatura infantil británica Paddington, debe su nombre a la «marmelada», palabra gallego-portuguesa que designa el dulce de membrillo. Su amargor característico procede de las cáscaras de los cítricos, que equilibran el dulce. Si se debate entre la mermelada y la confitura, pero no es muy goloso, pruebe la mermelada.

Lo mejor para tomar mermelada: Untar bollos. Adopte el método británico y cómalos con un té con leche.

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