Aprende a preparar una plancha de asar para crear una superficie antiadherente lista para soportar hasta la cocción más pesada.

Una plancha sazonada es una plancha de hierro fundido que has untado con una fina capa de aceite para protegerla y conservar la superficie antiadherente. Después de aceitar la plancha, la colocas en un horno caliente para sellar el aceite al hierro fundido. Este proceso, llamado polimerización, creará una superficie antiadherente en una sartén de hierro fundido, una cacerola de hierro fundido o una plancha de hierro fundido. El proceso es ineficaz en las sartenes de acero inoxidable y otros tipos de sartenes antiadherentes.

Para sazonar por primera vez una plancha de hierro fundido de superficie plana, ya sea de exterior o de interior, sigue estos pasos generales:

1. Precalienta el horno. Pon el horno a 400 grados Fahrenheit. Colocarás la nueva plancha en el horno después de aceitarla.

2. Selecciona un aceite. Elige un aceite con un punto de humo de al menos 400 grados Fahrenheit para evitar que el aceite se incendie dentro del horno. El aceite vegetal, el aceite de canola y el aceite de linaza son buenas opciones.

3. Lava la plancha. Acuérdate que para sazonar una plancha de hierro fundido nueva tendrá residuos de fábrica, por lo que debes lavarla con agua caliente y jabón. Esta es la única vez que debes lavar la plancha de asar con agua caliente y jabonosa. Seca la plancha completamente.

4. Frota una fina capa de aceite sobre la superficie de la plancha. Con una toalla de papel o un paño limpio, frota una capa fina y uniforme de aceite sobre la superficie de la plancha. Utiliza la toalla para absorber el exceso de aceite y evitar que se acumule.

5. Cocina la plancha. Coloca la plancha aceitada en el horno y cuécela durante cuarenta y cinco minutos. Esto es necesario para que el aceite forme una superficie antiadherente en la sartén.

6. Repite el proceso de aceitado y cocción. Realiza los pasos de aceitado y cocción tres veces más. Utiliza guantes resistentes al calor para sacar la plancha del horno cada vez y poder aplicar la siguiente capa de aceite. Utiliza pinzas para sujetar la toalla de papel o el paño aceitados para evitar quemarte las manos.

7. Vuelve a sazonar cuando sea necesario. Si alguna vez observas óxido visible o acumulación carbonizada en la sartén de hierro fundido, puedes lavarla como si fuera nueva y repetir todo el proceso de sazonado.

Sazonar correctamente una plancha de hierro fundido puede influir positivamente en el sabor de los alimentos que cocines, así como determinar la eficacia con la que se cocinan tus ingredientes en el fogón o en el horno. Ten en cuenta estos consejos siempre que vayas a sazonar una plancha:

1. Evita usar jabón. Para mantener la superficie antiadherente de una plancha de hierro fundido el mayor tiempo posible, evita usar jabón al lavarla. Para eliminar cualquier acumulación o residuo de comida, utiliza una rasqueta, un estropajo o un cepillo especial para limpiar planchas de hierro fundido. Pasa la plancha por agua caliente mientras rascas, y luego sécala completamente para evitar que se oxide. Limpia la plancha de esta forma sólo si hay comida visible pegada a la plancha. De lo contrario, simplemente limpia la sartén con una toalla de papel seca.

2. Elige el aceite adecuado. Es importante utilizar un aceite con un punto de humo alto (la temperatura a la que el aceite se incendiará). Los aceites de cocina neutros, como el aceite vegetal, el aceite de canola o el aceite de linaza funcionan bien, ya que tienen un punto de humo alto y no darán sabor adicional a la plancha. La manteca de cerdo o la grasa de tocino pueden funcionar, pero se pondrán rancias si la plancha no se utiliza durante mucho tiempo. La cera de abejas es una opción más duradera. El aceite de coco refinado tiene un punto de humo de unos 400-450 grados Fahrenheit. El aceite de coco sin refinar y el aceite de oliva virgen extra tienen puntos de humo muy bajos y, por tanto, no son buenas opciones para sazonar las planchas.

3. Engrasa la plancha después de cada uso. Para mantener el aliño y la superficie antiadherente de la plancha, debes engrasarla después de cada uso o después de cada limpieza. A continuación, coloca la plancha en uno de los quemadores de la cocina a fuego medio-bajo o en el horno a 200 grados Fahrenheit durante veinte minutos. Como mínimo, frotar una nueva capa fina de aceite en la sartén después de cada uso o limpieza debería ser suficiente para mantener su sazón.